Cuando las mujeres se encuentran en estado de gestación sufren los mayors cambios hormonales y fisiológicos. El embarazo cambia el cuerpo de la mujer en muchas formas y una de ellas es que ocasiona cambios en la cavidad bucal.
Lo ideal es que las mujeres que tienen planificado embarazarse en los próximos meses deben realizarse un diagnostic de su bucal y recibir información acerca de los hábitos correctos de salud dental para disminuir los riesgos de engermedades bucales tanto para la madre y el future bebé.
La inflamación y sangrado de las encías es una de las afecciones más comunes en embarazadas, sobretodo durante el segundo trimester de gestión. Es importante que las mujeres que previamente a un embarazo han padecido de gingivitis, presten atención ya que la enfermedad se agrava durante la gestación.
Como no se puedn controlar los cambios hormonales durante el embarazo, la recomendación es mejorar la calidad y cantidad del cepillado dental diario, usar el hilo dental e ir al dentista para que realice una profilaxis completa al menos cada cuantro meses.
Durante el embarazo suele existir más susceptibilidad a las caries porque hay algunas bacterias que aumentan durante el embarazo, la saliva se vuelve más ácida; sobre todo en mujeres que sufren nauseas o vómitos. Además se ingieren alimentos con mayor frecuencia debido a una mayor necesidad energética y regularmente la cantidad de cepillados no aumenta.
Si durante el embarazo padeces de vómitos, puedes disminuir la acidez de tu boca haciendo enjuagues con bicarbonato sódico diluido en agua ya los ácidos del estómago pueden provocar una desgaste del esmalte de los dientes.
La lactancia materna tiene múltiples ventajas sobre el biberón, inclusive para el desarrollo de su boca. Los ejercicios en la succión del pecho son más completos y favorecen el crecimiento de su mandíbula y un correcto posicionamiento de su lengua y los labios. Los bebés que toman al pecho hasta los seis meses tienen menos malas mordidas y necesitan menos del chupete y/o del dedo para satisfacer sus necesidades de succión.
No existe ningún inconveniente en realizar tratamientos dentales durante el embarazo, con las precauciones adecuadas. Visita a tu odontólogo, quien te ofrecerá medidas preventivas para reducir las bacterias en tu boca y las posibilidades de que aparezcan caries, gingivitis y de que transmitas estas bacterias a tu futuro bebé.
Un buen diagnóstico de tu estado dental es clave para que tengas las herramientas necesarias para evitar enfermedades bucales para ti y para tu bebé.